Continuamos en la reflexión en torno a la idea de "Devenir".
Para Ingold, el ser-saber, son y suceden en el movimiento. Ingold nos propone transformar la concepción del "estar" por el "estar en movimiento" :
¨Ser... es no estar fijo,
sino estar en camino.
El camino y no el lugar
es la condición primaria del ser;
o más bien, del devenir¨.
Ingold vincula esta noción del in-habitar... en movimiento, o bien, en el devenir de nuestros caminos, con la noción, también ontológica, de que la dicotomía naturaleza-cultura es realmente inútil, puesto que todos los seres humanos y no-humanos; y todo aquello que además existe en el entramado de la vida, existe en un devenir común:
¨La vida social humana no está por lo tanto aislada
en un plano separado, sobre y arriba de aquel de la naturaleza,
sino que es parte integral de un proceso continuo a través del mundo orgánico,
compuesto por la interacción de diversos seres humanos y no humanos
y sus mutuos enmarañamientos."
Por lo tanto se requiere de una expansión de la definición de la Antropología. Me parece que estamos justamente en este momento de la historia en esa posibilidad de expandir nuestras prácticas investigativas y comprensivas, hacia lo que Ingold llamó: "una Antropología de los devenires".