La carta es muy interesante, pero siento una identificación con el principio 7 y 13. El principio 7 dice que la transdisciplina no es una abordaje innovador para entender la complejidad... es una memoria antigua que recuerda que todos estamos conectados. Creo que como seres humanos intentamos entender la realidad o la vida desmenuzándola, fraccionándola, siendo que ella es en sí misma es un sistema complejo, algo infinito; y en ese querer entender, se le escapa de entre las manos. Por medio de la especialización de la ciencia se intentó desmenuzar o fragmentar la realidad/vida para poder entenderla, sin embargo, aunque sí se llegaron a entender muchos procesos, se les aisló de sus demás componentes perdiendo de vista la importancia de cada elemento en su interacción con los otros. Para hacer más claro esto, pongo de ejemplo el cuerpo humano. En la medicina los estudios sobre el cuerpo fueron siendo cada vez más específicos para poder entender los procesos de cada órgano (es por ello que existen especialistas en los ojos, el corazón, riñones, piel, etc), pero se fue perdiendo la comprensión de que cada órgano depende e influye a los otros, por eso en muchos padecimientos no se encuentra la respuesta/cura, porque se está dejando de ver que la salud del cuerpo es un todo integral. Este es un ejemplo relativamente sencillo porque habla sólo de un ser vivo, pero en la trama de la vida, son sistemas complejos dentro de otros sistemas aún más complejos , entonces la transdisciplina aunque tal vez no tenga todas las respuestas, intenta el acercamiento con sus "múltiples ojos", a esa urdimbre profunda y compleja ( caso específico de seres humanos, otras formas de vida y ambiente).
Y el principio 13 dice que no se resiste al caos, a lo imperfecto, al contrario, reconoce la incompletud y se deja llevar, dialogando, escuchando, no sólo con los oídos, sino con el corazón. Este punto es precioso, porque para mi es el ser humano abriéndose a la vida, a lo que no puede entender ni controlar, aceptando el movimiento constante del vivir, de sus cambios y transformaciones. Contrario a lo que ha venido haciendo estos últimos siglos, queriendo adaptarlo todo a sus caprichos, en lugar de adaptarse él a la vida.
La ultima parte de este principio habla del corazón y se me hace interesante. Desde algunas filosofías ancestrales se ha hablado de la complementariedad, que mencionan, es lo que da movimiento a la existencia, como lo masculino-femenino, día-noche, frio-seco; no viéndolos como elementos excluyentes, sino complementarios. Desde algunas de estas filosofías la razón-mente ha estado asociada con lo masculino y el sentimiento-intuición con lo femenino. La ciencia occidental esta fuertemente cargada hacia la razón excluyendo lo subjetivo, el sentir, volviéndose reduccionista y limitante. En el caso de los pueblos originarios, sus sabidurías han sabido integrar tanto la parte objetiva-material-mental con la parte subjetiva-invisible-afectiva, lo que considero que ha permitido una comprensión más profunda de ellos mismos, de otros seres vivos, de su entorno y de ellos como parte del todo. Por lo que pienso que sí es necesario volver a integrar la forma de conocer desde la razón con la forma de conocer desde el corazón.